domingo, 20 de mayo de 2007

El Coliseo romano




Si volvemos a la lista de los candidatos a las Nuevas 7 Maravillas del Mundo, no podemos evitar hablar esta mañana del Coliseo o Anfiteatro Flavio, el monumento romano más importante de la época del Imperio, erigido por mandato del emperador Vespasiano a partir del año 70 d.C. e inaugurado, aún inconcluso, una década después.


Tenía capacidad para 50.000 personas, que acudían a él para presenciar espectáculos de masas. De entre los espectáculos que albergó el magnífico edificio, destacan las peleas de animales (venerationes) o las ejecuciones de prisioneros por animales (los noxii), así como las peleas de gladiadores (munera). Se calcula que en estos juegos murieron entre 500.000 y 1.000.000 de personas. Siempre se ha especulado con que albergara naumachiae, espectaculares batallas navales que requerían inundar la arena de agua, aunque de ser cierto, es probable que fuera en los primeros años, antes de construirse los sótanos bajo la arena.
Los juegos continuaron celebrándose hasta el año 404, en el que tuvo lugar la última pelea de gladiadores. La aceptación del cristianismo como religión oficial puso fin gradualmente a los actos más sangrientos, aunque los sacrificios de animales perduraron hasta el año 523.

En cuanto a las características de la construcción, mide 189 metros de largo, por 156 de ancho, con 48 metros de altura. El perímetro de la elipse es de 524 metros. El terreno de juego era un óvalo de 87 por 55 metros, cuyo piso era una plataforma de madera cubierta de arena. Debajo del piso de madera había un complejo de túneles y mazmorras, donde se encontraban los gladiadores, los prisioneros condenados y los animales.

2 comentarios:

Blogocorp dijo...

Es impresionante :) ¿Te imaginas poder volver por un momento al pasado y presenciar uno de esos espectáculos? Miles de personas congregadas y reales, no producto de los efectos especiales.

Montse dijo...

Pues sí, sería genial poder estar allí , porque debía de ser espectacular. Lo de las batallas navales debía de ser indescriptible... Ahora como ya todo se simula por ordenador, ha perdido también un poco el encanto de las películas clásicas en la que salían cientos de extras :)